El cuidado de la piel de los más pequeños

¿Cómo cuidar la piel de los más pequeños?

La piel de los bebés y niños es más fina que la piel de los adultos, lo que la hace más vulnerable a agentes externos como la exposición al sol. Además, la piel de los niños produce menos aceites naturales que la piel adulta, lo que hace que su piel sea más propensa a la sequedad o deshidratación, su barrera cutánea está en desarrollo.

Otra diferencia es que la piel de los bebés y niños tiene una barrera protectora menos desarrollada que la de los adultos. Esta barrera protectora se compone de células de la piel y lípidos que la recubren, y ayuda a mantener los niveles de agua en la piel y a prevenir la pérdida de agua. La presencia inmadura de una barrera protectora completamente desarrollada hace que la piel de los más pequeños sea más propensa a la irritación y a la penetración de sustancias externas, algo que por ejemplo sucede en las pieles atópicas.

La dermatitis atópica, es una patología crónica e inflamatoria de la piel, que cursa con periodos de brote y periodos de remisión. Es una patología que suele ser más común en los pequeños, y que va mejorando en la edad adulta. La prevalencia es alta si uno o los dos padres han desarrollado la patología. En la dermatitis atópica hay una alteración de la función barrera, deshidratación y sequedad cutánea, formación de eczemas que cursan con picor, y con brotes que pueden llegar a ser tratados con tratamiento farmacológico. Es importante el diagnóstico de esta patología por parte del médico y llevar a cabo una rutina de cuidado diario para mejorar la calidad de la piel y prevenir futuros brotes: uso de oleogeles de ducha o limpiadores SYNDET (sin detergentes sintéticos) y productos emolientes e hidratantes que reparen y protejan la barrera cutánea, que contengan ingredientes como las ceramidas o diferentes mantecas que aporten emoliencia a la piel seca, ya que además de ser pieles mucho más frágiles tienen mucha tendencia a la xerosis (sequedad cutánea extrema).

Por último, la piel de los bebés y niños es más permeable que la de los adultos, lo que significa que las sustancias aplicadas sobre su piel pueden penetrar más fácilmente. Esto es importante tenerlo en cuenta a la hora de elegir productos de cuidado personal para los pequeños, ya que ciertos ingredientes que son seguros para los adultos podrían irritar más fácilmente la piel de los más pequeños.

Te dejamos a continuación una serie de recomendaciones, que ofrecemos en la farmacia, para mejorar la calidad de la piel de los peques y para tener una rutina diaria adecuada:

-Limpieza suave: Es importante limpiar la piel de tu bebé o niño diariamente, especialmente las áreas que están cubiertas por pañales. Usa agua ligeramente tibia y una toalla suave para limpiar la piel a toquecitos, preferible duchas cortas en pieles atópicas. Utilizar oleogeles o productos específicos para la higiene de los peques.

-Hidratación: la piel de los bebés y niños es propensa a deshidratarse o volverse más seca, por lo que es importante mantenerla hidratada. Usa productos emolientes e hidratantes, no demasiado perfumados, para hidratar la piel de tu pequeño después del baño.

-Protección solar: la piel de los niños es muy sensible al sol, por lo que es importante protegerla de los rayos UV. Usa un protector solar SPF50+, con filtros 100% minerales desde los 6 meses hasta los 3 años, ya que la piel todavía está inmadura. Evitar la exposición directa al sol, e incluso utilizar prendas con UPF, gafas y sombreros como medidas físicas.

-Ropa adecuada: la ropa que tu bebé o niño use también es importante para cuidar su piel. Usa ropa suave y cómoda que no roce ni irrite su piel, especialmente en áreas sensibles como el cuello y las axilas.

-Pañales limpios: Si tu bebé usa pañales, es importante cambiarlos con frecuencia para evitar que la piel se irrite y se produzcan erupciones. Usa pañales suaves y sin fragancia, y asegúrate de limpiar bien el área cubierta por el pañal.

En resumen, la piel de los bebés y niños es más fina, seca, con una barrera protectora menos desarrollada y más permeable que la piel de los adultos, lo que la hace más vulnerable y requiere cuidados especiales para mantenerla sana y protegida.

¡Recuerda siempre pedirnos consejo para elegir los productos adecuados para la cuidar de la piel de tus hijos!